A los quince años y medio, Abraham, el niño pulcro del gimnasium, el nieto del Moré haoraá de su pueblo, Radzyn Podlosky, el hijo acomodado de Moshé, estaba metido en una carreta como cualquier hijo de vecina huyendo hacia Rusia. Hacía poco los alemanes habían invadido Polonia y una vez que iba al liceo lo detuvo una patrulla de soldados y le propinaron una golpiza que hizo decidir a sus padres sacarlo del país.
Andrés Apeloig Z’L
02-04-Apeloig